viernes, 3 de junio de 2011

Perdi mi Brújula

La divina complacencia esa absoluta necedad que anida en mi pecho, enraizada a la voluntad, estrellas fugaces un poco lentas, perdidas sin rumbo ni destino, piratas estelares saqueando planetas vírgenes, rebosantes de sueños, rebosantes de inocencia.

Solo déjame afuera, donde el tiempo juega a las escondidas con el recuerdo, ya casi inexistente del roce de tus labios  con los míos.

El cantar de las Valkirias la marcha triunfal de aquellos que no volverán a caminar bajo el decadente sol, de nuestra sociedad enferma.

Marionetas lisiadas, canciones amputadas, voces mudas, hijas de brazos hambrientos.  Los días pasan estúpidos como si supieran que al morir la tarde tampoco estarás ahí.

Después de la caída, las nubes se ven tan ajenas, distantes, impropias y aquello a lo que solíamos llamar casa, por acá le dicen cielo.

Esta historia parece que nunca encontrara un final y lo que es peor, no me acuerdo del principio, las calles se desnudan lentamente ensenando su piel ajada, sucia, maltratada e envilecida por la codicia y la ambición…Tan humanas…

Nuestras canciones ya no las cantan las aves y la huella de tus pasos ya las devoro el polvo.  Asustado, un poco inquieto mi corazón se arma de paciencia, y te busca en cada arcoíris, en cada bostezo, en cada parpadeo de Dios.

Las piernas de mi vecina coquetean conmigo y a mi lado duermes princesa. ¿Qué haremos carne? Las flores y su mágico perfume… ¿Quién las ha visto desnudas? ¿Quién teje y cose sus vestidos? ¿Quién calza sus pies? Tengo la ligera sospecha que jamás lo sabre…mos.

¿Dónde está? ¿A dónde fue? ¿Alguien la ha visto? Perdí mi brújula mágica.

Autor~Kether

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